
Las paradojas de la pareja regañona: cuida, regaña, ama y maltrata
El corazón está hecho para romperse. Óscar Wilde
- Pedro enfermó repentinamente, siendo una persona deportista. Los médicos aún no precisan su mal. Mientras tanto, su esposa, lo atiende como si fuera una enfermera profesional, aunque en ocasiones lo maltratal.
- Enrique, desde la juventud cometía excesos en la bebida, la comida, el tabaco y otras sustancias. Desde el noviazgo, su pareja, lo regaña y lo cuida. Sin embargo, hoy le agradece a su esposa haberlo alejado de los vicios, gozando actualmente de una mejor salud.
- Roberto, desde su niñez, se hacía cargo del cuidado de sus hermanos. Hoy día, de manera natural cuida de su esposa. Ella es una persona sana, pero se ha acostumbrado a que él: la aleja de malas amistades y controla sus buenos hábitos, incluyendo cuando enferma y si necesita tomar algún medicamento.
- Jorge y Ana, son diabéticos y ambos cuidan uno del otro en la administración de sus medicamentos. En ocasiones son como una madre y un hijo, o un padre y una hija.
¿Qué tienen en común todos estos personajes? Tienen una pareja que los regaña, les llama la atención, los ama, los maltrata, pero también los cuida. Y, se molesta sí no atienden su salud. Podríamos decir qué en la diada, hay una persona que es cuidada y un cuidador preocupado por la salud de su pareja, quién no dudará en ser estricto, enérgico y muy disciplinado, con la finalidad de conservar la salud de la pareja. Es decir, hay una persona cuidada que tiene una pareja podríamos decir: regañona.
En síntesis
- Una pareja regañona hace un oxímoron en el cuidado de la salud: regaña y cuida al mismo tiempo. Reprende, pero ayuda en el cuidado del estilo de vida y la salud del otro. El sexo de la pareja regañona es indistinto.
- Tener una pareja regañona, es un tipo de pareja dispareja, en donde se mezcla un cóncavo y un convexo. Un cuidador que necesita a alguien a quién cuidar. Y, viceversa, lo cual en ocasiones les hace formar parejas tóxicas y dependientes.
- Les unen aspectos positivos y negativos. Sin embargo, en esencia, pueden unirles relaciones de apego disfuncionales. Dando como resultado, relaciones tóxicas, en donde ambos dependen del otro. Es decir, ambos tienen la necesidad de cuidar o ser cuidados.
- Tener una pareja regañona es también una elección que encierra una dicotomía: una persona que regaña, porque cuida la salud del otro en la diada y la mejora, es una persona medicina. Y, puede también, convertirse una gran fuente de estrés, que desgasta la convivencia y la hace muy pesada todos los días. Por lo tanto, es una persona que enferma a la pareja.
- La ventaja principal de tener una pareja regañona, es que ésta mejora la calidad de vida del otro con sus cuidados. Mientras tanto, la principal desventaja es que se convierte en una fuente de estrés, que genera cortisol y puede producir envejecimiento secundario acelerado, por el desgaste cotidiano en su convivencia diaria.
Contenido
Introducción
Para empezar, valdrá la pena recuperar la polisemia de lo que significa regañar. Y, tomar en consideración otros aspectos relacionados con regañar, que implican la convivencia diaria de la pareja como las emociones y conductas asociadas a la diada, cuando alguien: regaña a otra persona.
Polisemia del concepto regañar
Regañar significa: refunfuñar, dar muestras de enojo con palabras y gestos. Reñir, disputar dos o más personas. Reprender a una persona por su actitud o su comportamiento. (Larousse, 2003, p. 869).
Regañar significa: Dar muestras de enfado con palabras y gestos. Reprender, reconvenir, amonestar, reñir, apercibir, abroncar, recriminar, corregir, censurar, sermonear, tratar, pelear, contender, rezongar, disputar, discutir, pelearse, enfadarse, enemistarse, enzarzarse, indisponerse, agarrarse, refunfuñar, gruñir y renegar. (Real academia española, 2023).
Regañar significa: Reñir a una persona o expresar con tono, palabras y gestos de enojo la desaprobación a causa de su actuación o su comportamiento. Pablo regañaba muchas veces a su abuela porque ella no podía vivir sin la tele. (Bab.la, 2023).
Por lo tanto, regañar es: reprender, corregir, reñir, mostrar enfado, expresar enojo y desaprobación, pelear y muchos sinónimos más presentes en la emoción de la ira y que generan infelicidad e insatisfacción en la otra persona. Este tipo de conductas encierran de una forma u otra actos psicológicos o emocionales de violencia y conductas de apego disfuncional, además de la personalidad de las personas implicadas. Todo ello está en la complejidad relacionado o imbricado.
Mientras la ira como emoción, es: pasión del alma, que causa indignación y enojo. Es la palabra culta que designa una familia de emociones que incluye rabia, cólera, furia, furor, enfado, etc. (Punset, Bisquerra & Laymuns, 2018). Violencia emocional o psicológica, es una forma de maltrato que se manifiesta con gritos, insultos, amenazas, prohibiciones, intimidación, indiferencia, ignorancia, abandono afectivo, celos patológicos, humillaciones, descalificaciones, chantajes, manipulación y coacción. (SEGOB, 2023).
Luego entonces, bajo el contexto de la pareja regañona, el acto de regañar es más que una dicotomía, un concepto paradójico, borroso y complejo. La pareja realiza esta actividad para corregir, para regañar, para maltratar, para querer, para violentar y para cuidar al otro. Sobre todo, cuando está enfermo, tiene alguna enfermedad crónica o excesos que ponen en riesgo su salud.
Y por otro lado, coacciona al otro con el fin de ejercer poder y control sobre sus actos. Los métodos de la pareja regañona son: coaccionar, regañar, chantajear, manipular, descargar su ira o enojo, ejercer violencia emocional, todo ello con el fin de justificar las relaciones de apego, las cuales están orientadas a cuidar al enfermo y producirle una mejora y equilibrio en su estado de salud, o a producirles estrés crónico que desgasta la relación, produce cortisol, envejecimiento secundario y baja el sistema inmunológico.
¿La elección de pareja se realiza exclusivamente buscando rasgos inconscientes positivos?
Existen muchas razones para elegir una relación de pareja. En una investigación publicada en la revista Psychology Today, por la psicóloga Susan Krauss en el 2021 (Krauss, 2021), señala que se encontraron más de 15 mil razones para quedarse en una relación de pareja. El fundamento teórico que se utilizó para quedarse o para irse es explicado por las teorías de la equidad y el intercambio. En palabras simples significa:
- En la teoría de la equidad: quieres obtener lo mismo que das en la pareja, y
- En la teoría del intercambio: esperas que los beneficios que recibes sean mayores que los costos, es decir, puedes recibir más de lo que das.
El estudio concluye después de análisis complicados, en dos razones para quedarse o irse: Nos quedamos porque establecemos una relación de amor y compromiso. Y nos vamos, si existe la posibilidad real o potencial de tener una nueva pareja en puerta.
Otra investigación llevada a cabo por psicólogos de la Universidad de Utah y la Universidad de Toronto, encabezados por Samantha Joel y publicada en la revista Social Psychology and Personality Science (Psicología social y ciencias de la personalidad) (Joel, MacDonald & Page-Gould, 2018), explican que la decisión de dejar o quedarse en una relación es complicada, e identificaron 50 motivos para dejarla o permanecer en ella.
27 razones para quedarse en pareja
Se distinguen 27 razones para quedarse: entre las cuales se destacan; la atracción, la intimidad física y emocional, la mejora de uno mismo, el apoyo, la esperanza de un mejor futuro, la creencia de que la pareja es un alma gemela, entre otras. Sin embargo, en este mismo sentido destacan razones, no necesariamente positivas, pero que cohesionan o unen a las parejas, tales como: el miedo a estar solos, el miedo o incertidumbre a lo desconocido y las relaciones de dependencia o depender de la pareja. En la paradoja: une el amor (apego funcional) y la toxicidad de las relaciones (apego disfuncional).
23 razones para dejar la pareja
Y las 23 razones para irse: la pérdida de la atracción, una intimidad insuficiente, el conflicto permanente, el abuso de confianza, las diferencias entre las personalidades de la diada, la falta de confianza y la ausencia de la pareja en la relación, entre otras. Contrariamente a lo esperado, no necesariamente existen razones de crecimiento en los motivos para quedarse en una relación. La cohesión o el pegamento pueden ser relaciones de apego disfuncionales o negativas como ser dependiente de la pareja.
La codependencia también une a la pareja: las relaciones tóxicas
En las relaciones tóxicas o dependientes: ambos miembros dependen uno del otro. Existen múltiples combinaciones, una de ellas, es cuando de forma deliberada elegimos una pareja regañona. Uno tiene la necesidad de otro y el otro, la necesidad de ser necesitado. Es la persona que cuida (el cuidador) y la persona que deliberadamente es cuidada, la persona que cumple el rol de hijo/hija, del dependiente, de la que requiere que se cubran sus necesidades o del enfermo.
Cuando se elige de forma deliberada a una persona en esta dupla, ambos intentan satisfacer sus necesidades o carencias psicológicas, mutuamente. Cuestionado la eficacia de las teorías de equidad e intercambio social: ¿Por qué alguien querría, tener relaciones abiertamente inequitativas o que la factura emocional le salga muy cara? La respuesta es paradójica, pero sigue siendo coherente teóricamente. Quienes buscan intencionalmente este tipo de relaciones, encuentran equidad y satisfacción en la inequidad, porque: en lo malo, en lo inequitativo, o en pagar costos altos, encuentran cosas buenas. ¿Paradójico no? Muy probablemente sí, pero esto nos muestra la complejidad y la singularidad en la elección de una pareja dispareja.
Las relaciones tóxicas se definen por dos características principales: desequilibrios de poder y ciclos entre el buen y el mal trato (Dutton y Painter, 1981). Algunas personas deciden elegir una relación así porque:
- Una es controladora y la otra necesita una guía o control para vivir su vida,
- Una actúa como un padre o una madre autoritario y la otra persona vive el rol de un hijo o hija dependiente,
- Una da apoyo emocional (no importa que grite o refunfuñe) y la otra persona recibe ese apoyo, y es preferible tener ese apoyo que ninguno,
- Una persona independiente en lo financiero, decide quedarse con una pareja a la que regaña, pero al mismo tiempo recibe de la pareja afecto y le hace no sentirse solo.
Dentro de lo malo, también hay cosas buenas, formándose un vínculo de apego traumático.
El cuál puede unir a la pareja, pero también puede propiciar su separación. Las relaciones tóxicas de esta naturaleza, pueden elegirse inconscientemente desde el noviazgo o pueden volverse así en el transcurso de la convivencia cotidiana o acontecimientos de vida de la pareja.
Perfil de las personas: regañona y regañada
En la elección de pareja en este caso, para que las piezas embonen, deben de buscar el mismo fin: una persona que le resuelvan sus problemas y otra que esté dispuesta a resolverlos, no importa el costo emocional a pagar en ambos miembros de la diada. También podría sintetizarse en: cuando los trastornos se juntan.
Analizando las características de los trastornos de personalidad, podemos decir qué en la pureza, es imposible que una persona tenga características exclusivas de un solo trastorno, más bien se presentan muchas veces características imbricadas, es decir, algunos trastornos comparten características globales y al mismo tiempo presentan características particulares, a esto se le llama comorbilidad. Y esto significa que, en la persona regañada, se pueden juntar criterios diagnósticos de dos tipos de trastornos o más: los trastornos de personalidad dependiente y trastorno de personalidad por evitación. Ambos están mediados por conductas ansiosas y de temor.
¿Qué son los rasgos de personalidad y los trastornos de personalidad?
Vamos a distinguir dos aspectos: los rasgos de personalidad y los criterios diagnósticos de los trastornos de personalidad.
Un rasgo de personalidad es: un patrón permanente de percepción de la realidad y la manera de comportarnos en un entorno, luego entonces, podemos decir que una persona es; tímido, apegado, desapegado, sociable, agresivo, optimista, trabajador, irresponsable, responsable, independiente, dependiente, confiado o desconfiado, seguro o inseguro. Y, todas estas serían actividades sociales que puede realizar una persona. Sin embargo, cuando se presentan de manera permanente algunas emociones, también se describen como rasgos de personalidad, tales como: ser enojón, furioso, iracundo, impulsivo, ansioso o miedoso.
Un trastorno de personalidad engloba un patrón duradero, inflexible y desadaptado que se experimenta de forma interna y una conducta que se manifiesta en situaciones personales y sociales, que engloba dos de las siguientes cuatro áreas:
- Cognición: es la manera de percibir a los demás o de percibirse así mismo.
- Afectividad: son las respuestas emocionales manifiestas en una persona, comprende sus respuestas emocionales en cuanto a su intensidad y adecuación emocional de ellas.
- Funcionamiento interpersonal: es la capacidad de funcionar o adaptarse de manera adecuada o inadecuada a diferentes situaciones del entorno.
- Control de los impulsos: es la capacidad de reconocer las emociones propias o no, en sí mismo o en los demás, y saber gestionarlas.
Las piezas que se juntan (regañados y regañones) y embonan, corresponden a las personas de lo que se conoce como los grupos “B” y “C”, cuyos criterios corresponden al DSM-IV-TR:
- “B” en nuestro caso, serían los controladores o regañones. Personas cuyos rasgos de personalidad se distinguen por ser: dramáticas emocionales, impredecibles y erráticas. Conforman este grupo las personas con trastornos: antisocial, limítrofe, histriónico, narcisista (incluye los psicópatas y sociópatas). Y, el grupo …
- “C” en esta misma línea, serían las personas regañadas. Sus principales rasgos de personalidad, es que son: ansiosas y temerosas. Tenemos en este grupo a las personas con trastornos de la personalidad por dependencia y las personas con Trastorno de la personalidad por evitación.
Trastorno de personalidad por dependencia
Las personas con este trastorno poseen una necesidad general y excesiva de que se ocupen de ellas, lo que ocasiona una conducta sumisa y apegada, además de temores de separación, como lo indican cinco o más de los siguientes síntomas:
- Dificultades para tomar decisiones cotidianas (ej., indecisos) sin consejo o la reafirmación de otros.
- Necesidad de que otros asuman su responsabilidad en las principales áreas de su vida (p. ej., irresponsables y dependientes).
- Dificultades para expresar el desacuerdo con los demás, debido al temor de perder el apoyo o la aprobación (p. ej., apegados y temerosos).
- Dificultades para iniciar proyectos o tareas, debido a la falta de confianza en su propio juicio o en sus capacidades (p. ej., falta de confianza, miedo a lo desconocido, inseguros, no confiados).
- Tendencia a ir demasiado lejos para obtener protección y apoyo, hasta el punto de prestarse voluntariamente para realizar tareas desagradables (p. ej., miedo a ser desprotegidos o abandonados, sacrificados por el bienestar de los demás).
- Sentimientos de incomodidad o desamparo cuando estás solo, debido al temor exagerado de ser incapaz de cuidar de sí mismo (p. ej., miedo a la soledad, miedo a la incertidumbre).
- Búsqueda de una nueva relación que le proporcione cuidado y apoyo, inmediatamente después de terminar una relación íntima (p. ej., miedo al abandono, dependencia).
- Preocupación por el miedo a ser abandonado y tener que cuidar de sí mismo (p. ej., miedo al abandono, miedo a estar solo). (Halgin & Krauss, 2004, p. 414).
Como puede observarse en los criterios diagnósticos anteriores, los principales rasgos de personalidad (conductas y rasgos emocionales) de las personas regañadas se relacionan con: ser indecisos, irresponsables, dependientes, apegados, temerosos (miedo a lo desconocido/incertidumbre, miedo al abandono y miedo a estar solos), tienen falta de confianza en sí mismos, son inseguros, no confiados, tienen miedo a ser desprotegidos o abandonados, se sacrifican por el bienestar de los demás, y son dependientes.
Trastorno de personalidad por evitación
Las características esenciales del trastorno de personalidad por evitación son: el miedo al rechazo y la humillación, y el poco interés por entablar relaciones sociales. Las personas con este trastorno tienen baja autoestima y evitan las relaciones sociales que no les ofrecen una garantía de aceptación. (Sue, Wing & Sue, 2010, p. 217).
Las personas con esta condición tienen inhibición social, sentimientos de incapacidad e hipersensibilidad a la evaluación negativa, como lo indican cuatro o más de los siguientes síntomas:
- Evitación de actividades que impliquen un contacto interpersonal significativo, debido al miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo.
- Falta de disposición a relacionarse con la gente, a menos que esté seguro de agradar.
- Represión de las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado.
- Preocupación por la posibilidad de ser criticado o rechazado en situaciones sociales.
- Inhibición en situaciones interpersonales nuevas debido a sentimientos de incapacidad.
- Se considera a sí mismo socialmente inepto, personalmente poco atractivo o inferior a los demás.
- Renuente a correr riesgos personales o a participar en actividades nuevas, debido al miedo de ser avergonzado. (Halgin & Krauss, 2004, p. 413).
En el lado del grupo “B”, las personas controladoras en nuestro caso, comparten ciertos rasgos en común: son dramáticos, emocionales, erráticos, impredecibles y pueden ser pasivo-agresivos. Buscan el poder, la necesidad de ser necesitados y controlar a la pareja. Presentan relaciones asimétricas en lo emocional y muchas veces resultan abusivas y justificadas por ellos mismos. No son completamente malos, pero venden su apego muy caro. El apego son los cuidados físicos y la seguridad emocional que se le brinda a una persona.
El apoyo que le brinda a la persona dependiente está mediado por un vínculo traumático, el cual es un ejemplo de una relación abusiva e insana. “El vínculo se crea principalmente como resultado de un ciclo de abuso y refuerzo en el que, después de cada instancia de abuso, el abusador profesa amor por la víctima e intenta hacer que la víctima se sienta segura y necesitada”. (Travers, 2023). Nos enfrentamos aquí, a un círculo de amor y cuidados que pasa posteriormente al maltrato de la pareja, eso es en palabras simples el vínculo traumático. Y, este vínculo lo establecen la pareja regañona y la pareja regañada. La regañona en ocasiones se convierte en alguien que lastima o es victimaria y por el otro lado la persona regañada, pasa a ser la víctima.
Las personas que hacen el papel de regañón o regañona, pueden tener alguno de los perfiles del grupo “B” o incluso en la comorbilidad, puede tener también diversos criterios diagnósticos similares, en la constante se trata de personas que abusan del amor o relación de dependencia del otro, de sus inseguridades o temor a ser abandonado. Y, el abusador o regañón, crea un tipo confuso de relación amorosa, valiéndose del apego inseguro del regañado.
Son varios los trastornos de personalidad asociados a la pareja regañona, destacan entre ellos:
El trastorno antisocial de la personalidad
El patrón de comportamiento, esta relacionado con despreciar a los demás y no respetar sus derechos humanos. Las personas con este tipo de trastorno no experimentan ansiedad, ni culpa por sus actos, así como poco arrepentimiento por engañar, o mentir.
Algunos criterios diagnósticos de este trastorno asociados a la persona victimaria o regañona son:
- Emociones superficiales y falta de empatía, culpa o remordimiento.
- Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.
- Irritabilidad y agresividad, manifestados por peleas físicas o agresiones repetidas.
- Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.
- Falta de remordimientos, manifestada por la indiferencia o la justificación de la propia conducta dañina o deshonesta. (Sue, Wing & Sue, 2010, 210; Halgin & Krauss, 2004, p. 393).
Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)
Las personas con este trastorno, presentan fluctuaciones intensas en su estado de ánimo. Tienen conflictos con su auto imagen y las relaciones con otras personas. Son impulsivas y experimentan sentimientos crónicos de vacío, lo que lleva a experimentar relaciones de pareja inestables e intensas. En un segundo son las personas más amistosas del planeta, y al siguiente segundo son los demonios más terribles del universo. Experimentan relaciones intensas y muy demandantes.
Algunos criterios diagnósticos de este trastorno asociados a la persona victimaria o regañona son:
- Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario.
- Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas, caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
- Inestabilidad emocional, como episodios intensos de tristeza, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas o en ocasiones algunos días.
- Enojo inapropiado e intenso o dificultades para controlar el enojo, como muestras frecuentes de mal genio, ira constante o peleas físicas recurrentes.
- Muestran conductas autodestructivas como intentos de suicidio, a menudo gatilladas por conflictos o eventos interpersonales. (Sue, Wing & Sue, 2010, 212; Halgin & Krauss, 2004, p. 399).
Trastorno histriónico de la personalidad
Se caracterizan por ser auto dramáticos, y expresar sus emociones de forma exagerada, con el propósito de llamar la atención. Son egocéntricos, presentan un encanto superficial y coqueteos inapropiados.
Algunos criterios diagnósticos de este trastorno asociados a la persona victimaria o regañona son:
- Incomodidad cuando no es el centro de atención.
- Muestran características teatrales en su conducta diaria.
- Demandan seguridad, elogios y aprobación de los demás.
- Cambios rápidos y expresión superficial en las emociones. (Sue, Wing & Sue, 2010, 215; Halgin & Krauss, 2004, p. 405).
Trastorno narcisista de la personalidad
Presentan un sentido de grandiosidad superlativo, no distinguen las necesidades de los demás. Tienen un sentido poco realista y exagerado de su importancia. Poseen aspiraciones excesivas en sus metas y si alguien que no son ellos, las logran: los detestan. En general, no controlan sus emociones y tienen dificultad para aceptar las críticas personales.
Algunos criterios diagnósticos de este trastorno asociados a la persona victimaria o regañona son:
- Creen ser tan especiales que solo deben relacionarse con personas especiales que puedan comprenderlos.
- Tienen la necesidad de una admiración excesiva.
- Sienten que tienen derecho a todo.
- Hablan de ellos mismos y muestran desinterés por los otros.
- Presentan un estilo interpersonal explotador.
- No sienten empatía. (Sue, Wing & Sue, 2010, 216; Halgin & Krauss, 2004, p. 405).
Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
Luchan todo el tiempo con pensamientos intrusivos de preocupación en diferentes temas: la limpieza, el orden y cualquier detalle de la vida cotidiana. Pensar y repensar las cosas, en ocasiones les impide tomar decisiones. Son perfeccionistas e inflexibles, piensan que cada detalle debe ser el más adecuado o correcto y pierden demasiado tiempo en ello. Tienen poca capacidad para expresar sus emociones y tienen pocas relaciones íntimas. Experimentan demasiada ansiedad por sus preocupaciones.
Algunos criterios diagnósticos de este trastorno asociados a la persona victimaria o regañona son:
- Preocupación por los detalles, las normas, el orden, la organización o los horarios, hasta el punto de perder de vista el objetivo principal de la actividad
- Perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas.
- Devoción por los detalles y rigidez.
- Tendencia a controlar las relaciones interpersonales.
- Resistencia a delegar tareas en otros, a menos que se sometan exactamente a su manera de hacer las cosas. (Sue, Wing & Sue, 2010, 220; Halgin & Krauss, 2004, p. 417).
El regaño de las personas con trastorno obsesivo compulsivo, se puede explicar de la siguiente forma: “tiene un pensamiento en el que se queda atascado (la obsesión de que la pareja no hace algo bien) y luego se involucra en un comportamiento (la compulsión: regañar) para reducir la ansiedad del propio obsesivo”. (Meyers, 2021). Esto es, al mismo tiempo que la pareja representa una fuente de estrés para la persona regañona, al regañar a la pareja alivia temporalmente su trastorno y libera su ansiedad.
Se pueden distinguir algunas estrategias globales que utilizan las parejas regañonas para influir en sus parejas:
- Existe una serie de adulaciones permanentes amorosas, con el fin de captar la atención de la pareja para después tomar el control y ganar su confianza, esta modalidad es más común en las parejas regañonas con trastorno narcisista de la personalidad.
- Una forma tóxica, una vez ganada la confianza absoluta del regañado, es la crítica de las acciones o actividades del otro. Si el regañón no tiene la razón al regañar, la presión sobre el regañado es tal, que muchas veces, termina ofreciendo disculpas, para no pelear más.
- Manipular al regañado, normaliza los regaños por el bien del regañado, no importa del tema que se trate: salud, amigos, vida cotidiana, etc.
- El regañón o regañona, ejerce tal influencia por el bien del regañado que le hace perder materialmente su identidad. Todas las sugerencias que vengan del regañón o regañona, debido a que son por el bien del regañado, terminará aceptando esta, como la única realidad.