
El divorcio gris, ¿por qué está aumentando el divorcio en parejas de 50 años o más?
El divorcio gris es uno de los fenómenos que más está creciendo en los últimos años, por la decisión de muchos a separarse de sus parejas a la edad de 50 años o más.
Hemos escuchado mucho acerca del amor y, como muchas personas quieren conseguir su final feliz pero, ¿qué sucede cuando el amor desaparece con los años? Una de las mayores promesas en el matrimonio es estar juntos toda la vida. Sin embargo, existen parejas que, al llegar a los cincuenta años, tienen un drástico cambio y sus votos matrimoniales se convierten más en una carga que otra cosa.
Bien sea por recuperar “tiempo perdido”, por sentirse jóvenes de nuevo o creer que hay algo mejor, el fenómeno del divorcio gris es algo muy controversial que exploraremos a continuación.
¿Qué es el divorcio gris?
Se conoce como divorcio gris a aquella separación de parejas que llevan muchos años de casados y cuyas edades rondan en los 50 años o un poco más. Su nombre alude al cabello canoso que suelen tener las personas a esa edad y es una tendencia que ha venido ganando terreno en los últimos años, lo que nos hace pensar que el matrimonio en algunos casos no necesariamente es para toda la vida.
¿Por qué divorciarse a los 50 años o más?
Esta pregunta es tan compleja y amplia como, ¿qué es lo que causa un divorcio en general? Y es que pueden existir miles de razones válidas o miles de excusas, que son igual de importantes a cualquier edad.
- Desgaste de la relación: La cotidianidad y la rutina pueden desgastar una relación de pareja que lleva años de casados. Esto conlleva que el lazo matrimonial se rompa y el deterioro del vínculo sea inminente.
- Síndrome del nido vacío: Cuando los hijos se van de casa, la pareja tiene más tiempo libre y pueden encontrar nuevas actividades que hacer o retomar aquellas que dejaron en pausa. Esto hace que cada cónyuge tenga visiones diferentes, que los lleva a replantear su relación y el futuro de la misma.
- Búsqueda de la felicidad: Muchas personas se casan por obligación, por ende, al no tener ya ese compromiso, evalúan si su felicidad sigue estando con la persona que tiene a su lado o ya es hora de buscar otros horizontes.
- Crisis de la mediana edad: Cuando se llega a cierta edad, en este caso, a los 50 años, las personas suelen hacer una reflexión sobre su vida, llegando a cuestionar si lo que están viviendo es lo que realmente quieren y eso incluye su relación de pareja.
- Independencia económica: En la actualidad las mujeres de mediana edad en mucho más habitual que ganen su propio dinero, por lo que no tienen la necesidad de depender económicamente de su pareja, lo que las hace mucho más independientes y no están sujetas a mantener un matrimonio infeliz solo por necesidad.
- Cambio de expectativas: Cuando se tiene 20 años, las expectativas de vida no son iguales que a los 50 años. Con el paso del tiempo, nuestra percepción de las cosas se ve diferente y, si la pareja no evoluciona al mismo ritmo que la otra, suelen presentarse problemas.
- Cambios culturales y sociales: Los divorcios ya no son un tema tabú o una marca de deshonra, como lo era en tiempos pasados. Por eso, las personas tienen mayor seguridad para priorizar su bienestar frente a las expectativas de la sociedad.
Consecuencias del divorcio gris
Cada divorcio es único y las consecuencias pueden variar de acuerdo con las circunstancias de cada pareja, sin embargo, las más comunes son:
1. Emocionales
El divorcio entre parejas que han compartido muchos años juntos frecuentemente desencadena intensos sentimientos de fracaso. Los individuos pueden perder confianza en sí mismos y atravesar un proceso de duelo por la relación perdida. Este periodo puede llevarlos a aislarse socialmente y, en algunos casos, a experimentar ansiedad y depresión.
2. Psicológicas
Dado que el divorcio modifica profundamente la rutina diaria, se percibe como una pérdida importante en la constante vital, especialmente después de haber estado juntos durante muchos años.
Aunque pueda existir el deseo de distanciarse de la pareja, el vacío resultante, los cambios en el estilo de vida, la dinámica alterada y la ruptura con amigos o familiares políticos representan grandes retos. Todo esto puede conducir al desarrollo de problemas como ansiedad, depresión, estrés, aislamiento o baja autoestima.
3. Familiares y sociales
El divorcio no solo desestabiliza a la pareja, sino a la familia en general, donde se incluyen hijos y personas cercanas. Por lo que, aunque los hijos ya sean adultos, pueden desarrollar sentimientos de culpa, tanto por la separación como por no haber visto o haberse interesado en el sufrimiento de sus padres.
De igual manera, el divorcio representa un impacto en el círculo de amistad y social, por lo que puede ocurrir que dichos amigos se alejen, tomen partido de un solo lado o ya no los incluyan en reuniones con otras parejas. Esto también se puede extender al aspecto laboral, en donde, el tener un matrimonio estable sea una carta de presentación, confianza y prestigio.
4. Económicas
Uno de los cambios más estresantes que pueden pasar es la separación de bienes, debido a que hay que adaptarse a una nueva situación financiera y también se generan pérdidas materiales significativas. Muchos objetos que en su momento fueron una representación de unión, ahora solo son piezas que, tal vez, traigan recuerdos dolorosos y añoranzas de un pasado perdido.
5. Legales
Los aspectos legales, tales como la división de bienes, pensiones alimenticias, herencias o testamentos, también generan importantes conflictos durante un divorcio. La dificultad de lograr reparticiones equitativas y la percepción individual de lo que es justo, pueden derivar en prolongadas disputas legales. Tratar estos asuntos como si fueran meras transacciones comerciales, añade una capa de frivolidad al proceso.
Esto puede desencadenar una batalla legal extensa, a menudo sin alcanzar los resultados esperados.
Consejos para afrontar un divorcio gris
Un divorcio siempre es difícil, sobre todo si se tienen muchos años juntos y ya la pareja pasa de los 50 años o un poco más. Para afrontar esta situación hay una serie de consejos que resultan muy beneficiosos.
- Busca apoyo emocional: Rodearte de amigos, familiares o grupos de apoyo que entiendan por lo que estás pasando puede ser muy beneficioso. Considera también la ayuda de un terapeuta si crees que lo necesitas, para que pueda ofrecerte un espacio seguro para procesar tus emociones.
- Asesoría legal competente: Es fundamental contar con un abogado especializado en derecho familiar que te guíe a través de los aspectos legales del divorcio, como la división de bienes y las pensiones alimenticias. Esto puede evitar prolongadas batallas legales y asegurar que tus derechos estén bien representados.
- Planificación financiera: Puedes también consultar con un asesor financiero para entender cómo afectará el divorcio a tu situación económica, especialmente si tu pareja ha manejado las finanzas comunes durante la relación.
- Cuidado personal: Mantén una rutina saludable que incluya ejercicio, una dieta equilibrada y tiempo suficiente para descansar. El cuidado personal te ayudará a manejar el estrés y a mantener tu bienestar físico y mental.
- Establece nuevos objetivos: Un divorcio puede representar el final de una etapa, pero también el comienzo de otra. Considera esta transición como una oportunidad para explorar nuevos intereses, actividades y amistades que enriquezcan tu vida.
- Paciencia y perseverancia: El proceso de adaptarse a los cambios post-divorcio puede llevar tiempo. Sé paciente contigo mismo y reconoce que es normal sentir una gama de emociones. Sé perseverante, y recuerda que con el tiempo, puedes encontrar un nuevo sentido de estabilidad y felicidad.