Ejercicios Kegel para hombres, beneficios y cómo realizarlos

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La práctica continua de los ejercicios Kegel permite el fortalecimiento del suelo pélvico tanto en hombres como en mujeres. En el caso de los hombres, un suelo pélvico debilitado puede hacer que surjan síntomas como la eyaculación precoz, el dolor en las relaciones sexuales o la incontinencia. Por este motivo, los ejercicios Kegel serán de gran ayuda si lo que se desea es gozar de una salud sexual integral.

Lamentablemente, existen estudios que demuestran una tendencia en los hombres a dejar de lado su salud y autocuidado. Así, es fundamental impulsar a la población masculina a sostener buenos hábitos de salud sexual.

La salud sexual en los hombres

La salud sexual no solamente se refiere al cuidado y bienestar respecto a la reproducción y a la prevención de enfermedades de transmisión sexual. También, abarca aspectos físicos, psicológicos y sociales con relación a la manera en que un individuo lleva su sexualidad. Así, tanto hombres como mujeres deberían tener la posibilidad de gozar de una vida sexual libre y saludable.

Existen diversos factores que dificultan el bienestar en tal ámbito; por ejemplo, el no poder contar con educación sexual integral, o el poco acceso a métodos de protección y a servicios médicos. Asimismo, los tabúes y los prejuicios sociales son variables que afectan negativamente al ejercer una sexualidad libre y saludable.

De acuerdo con diversos estudios sobre la importancia de la salud sexual y reproductiva, en la población masculina hay tendencia a una falta de compromiso con la salud, el autocuidado y la sexualidad. Esto quiere decir que hay mayor predisposición a vivir las consecuencias de una vinculación irresponsable con la salud. Entre los efectos negativos de no asistir a consultas médicas regulares, podemos mencionar las patologías en la próstata y la debilidad del suelo pélvico.

El suelo pélvico en los hombres

La zona de la pelvis está conformada por tres músculos: la vejiga, el esfínter y el suelo pélvico. Así, la vejiga es un músculo que tiene forma de globo y contiene la orina, la esfínter funciona con movimientos de apertura y cierre de la uretra; conteniendo o drenando la orina. El suelo pélvico, que se encarga de sostener la vejiga y el recto, su función es mantener el control del flujo de orina.

Lamentablemente, los músculos del suelo pélvico puede verse debilitados por diversos factores, tales como el tratamiento del cáncer de próstata. Pero, el sobrepeso, el estreñimiento, la tos crónica o el levantamiento constante de cargas también influyen en la debilidad del suelo pélvico.

Como consecuencia, los hombres pueden terminar sufriendo de incontinencia urinaria, de gases o fecal, síntomas muy incómodos que afectan el bienestar individual. Además, la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y el dolor en las relaciones sexuales pueden estar asociados a poca fortaleza en el suelo pélvico. Por estos motivos, existen ejercicios que pueden ayudar a mejorar el tono muscular en esta zona y, a largo plazo, gozar de buena salud sexual.

Ejercicios Kegel para hombres

Tal como hemos mencionado, el debilitamiento en el suelo pélvico puede revertirse a través del entrenamiento de esta zona. De esta forma, puede fortalecerse para mejorar su tono y lograr un control total de flujo de orina; a través de los ejercicios Kegel. Estos, consisten en contraer constantemente los músculos del piso pélvico, por lo que es necesario saber identificar cómo se siente el movimiento de esta zona.

Para empezar a contraer los músculos del suelo pélvico, se puede intentar detener y luego continuar el flujo de orina cuando esté en el baño. Cuando haya empezado a dominar esta práctica, puede reconocer cómo abrir y cerrar el esfínter a voluntad. Ahora que ya ha encontrado los músculos del suelo pélvico, puede entrenarlos sin necesidad de estar en el baño en ese momento.

La realización del ejercicio Kegel consistirá en apretar los músculos del suelo pélvico por cinco segundos, para después relajarlos por otros cinco. Entonces, puede repetir esta secuencia de diez a veinte veces, durante varios momentos del día. Por tanto, lo recomendable sería realizar esta práctica tres a cuatro veces por día.

Posteriormente, puede intentar variaciones de postura al momento de realizar el ejercicio. Por ejemplo, podría ponerse en posición decúbito supino, con las rodillas flexionadas y realizar la contracción del esfínter. O, cuando ya adquiera suficiente práctica, puede levantar una rodilla mientras realiza la contracción.

No obstante, si le duele la espalda o el estómago después de hacer los ejercicios de Kegel, es posible que esté usando los músculos del estómago o de la espalda en lugar de los músculos del suelo pélvico. Por otra parte, si siente dolor en la cabeza después de hacer los ejercicios de Kegel, es posible que esté contrayendo los músculos del pecho y conteniendo la respiración. Por este motivo, es necesario aprender identificar los músculos del suelo pélvico antes de iniciar esta práctica de manera continuada.

 

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