
Cuando el compromiso es la crisis: el desgaste de las relaciones de pareja
Cuando el compromiso es la crisis: el desgaste de las relaciones de pareja
- El miedo al compromiso por experiencias pasadas: Mariana y Carlos llevan saliendo dos años. Mariana está lista para dar el siguiente paso y mudarse juntos, pero Carlos se siente incómodo con la idea. Aunque disfruta de la relación y quiere a Mariana, el divorcio conflictivo de sus padres cuando él era niño lo dejó con miedo de repetir la misma historia. Cada vez que Mariana menciona el tema, Carlos se distancia emocionalmente, lo que genera tensión entre ambos.
- El éxito profesional como barrera para el compromiso: Laura es una mujer de 35 años que ha estado muy enfocada en su carrera. Está en una relación con Javier, quien ha mencionado la posibilidad de casarse y formar una familia. Sin embargo, Laura teme que el compromiso la haga perder su libertad y afecte su crecimiento profesional. Aunque quiere a Javier, siente que dar el paso del compromiso formal puede implicar renunciar a su independencia y alterar su estilo de vida.
- El miedo al compromiso basado en la perfección: Raúl y Sofía tienen una relación estable desde hace tres años. Raúl ha propuesto matrimonio, pero Sofía siempre encuentra razones para posponer la decisión: la boda debe ser perfecta, necesitan ahorrar más dinero, o hay algo que aún no ha «encajado». En realidad, Sofía tiene miedo de que el matrimonio no sea tan ideal como ella lo imagina, lo que la lleva a evitar comprometerse plenamente.
- El miedo al compromiso por la independencia emocional: Ana y Jorge son personas muy independientes y han mantenido una relación abierta durante años. Sin embargo, Ana ha comenzado a sentir que quiere formalizar más la relación y darle un giro más comprometido, mientras que Jorge disfruta de la libertad y teme que el compromiso signifique perder su independencia emocional. A pesar de los sentimientos de amor que ambos tienen, Jorge teme que un mayor compromiso lo limite o lo haga sentirse atrapado.
- El miedo al compromiso debido a la incertidumbre sobre el futuro: Natalia y Luis están en una relación de larga distancia. Luis ha propuesto que Natalia se mude a su ciudad para poder estar más cerca y avanzar en la relación, pero ella se siente insegura. Aunque Natalia lo ama, la idea de dejar su trabajo, amigos y familia para mudarse a otra ciudad la llena de ansiedad. Teme que, si la relación no funciona, lo haya sacrificado todo sin garantías.
¿Qué tienen en común estos personajes? Comparten el miedo a perder su seguridad emocional, a que se repita una historia de fracaso, el éxito individual del que gozan, su libertad o el control sobre su vida, y la mayoría de ellos se enfrenta a dificultades para manejar la incertidumbre y el cambio que implica el compromiso en una relación de pareja. ¡Y, de esto trata el siguiente artículo!
En síntesis…
- El compromiso en la relación de pareja tiene muchos ángulos entre los cuales se destacan: los acuerdos conscientes y una promesa para construir un futuro juntos.
- Existen diferentes tipos de compromiso a saber: emocional, social y legal.
- La importancia de establecer un compromiso es que se construye una relación de pareja más equilibrada.
- Entregar un anillo de compromiso es una tradición que viene desde el antiguo Egipto.
- El miedo al compromiso es una sensación de no poder establecer vínculos profundos a largo plazo.
- Dos causas comunes para no establecer un compromiso son: haber vivido experiencias traumáticas relacionadas con este tema y el miedo a perder la libertad entre muchas más.
- Existen factores imbricados en el miedo al compromiso: biológicos, psicológicos, sociales y socioculturales.
- Un mito muy común, es que solo los hombres tienen miedo al compromiso y no es así.
- Podemos aprender el aporte que nos hacen diversas investigaciones relacionadas con el miedo al compromiso entre los temas que se destacan son: los apegos disfuncionales, los trastornos emocionales y el efecto de las normas socioculturales para vivir en pareja.
- Algunas alternativas de solución son: enfrentar los propios miedos, redefinir el compromiso en una relación y acudir a terapia de pareja.
Contenido
Introducción
El miedo al compromiso es la excusa perfecta para no enfrentar las inseguridades que te frenan en la vida y en el amor.
Existen muchas razones para formar una pareja. Al menos en el amor romántico como sucede en las historias de los cuentos o las películas, empiezan con: “Érase una vez” y terminan con … “Y, vivieron muy felices para siempre”. En lo más profundo de nuestro inconsciente, es muy probable que quien decide vivir en pareja, quisiera tener una historia de amor, de crecimiento, de éxito para siempre, y que las adversidades fueran menores.
Sin embargo, la realidad es otra. Los motivos psicológicos que nos llevan a tener o buscar una pareja, van desde los muy positivos, hasta los no tan positivos, entre los cuales se destacan: no quedarse solo, tener alguien con quién compartir una vida, envejecer juntos, tener alguien con quién platicar, buscar alguien que le mantenga, sentir amor a primera vista, hacer equipo con alguien, que alguien se haga cargo de su estado de salud, en fin, son muchísimos.
Por otro lado, según la antropóloga y experta en la neurobiología del amor, Helen Fisher, señala que el amor romántico es un impulso, más que una emoción: existen tres sistemas cerebrales relacionados que interactúan entre sí: el impulso sexual o lujuria, el amor romántico (compartir en pareja) y el cariño o apego tras una larga relación. (Cuídate Plus, 2015). Además, menciona qué: “El amor romántico, es una experiencia humana universal”. (Fisher, 2004, p. 19).
Las razones por las que las parejas pueden estar juntas (comprometerse) o irse y abandonar la relación son diferentes. Se han realizado diversos acercamientos teóricos para saber, por qué las parejas se mantienen juntas y van desde: “desde la idea de «equidad» (quieres obtener lo mismo que das) e «intercambio» (los beneficios superan a las recompensas) hasta la calidad de tu comunicación con tu pareja”. (Krauss, 2021).
Otra explicación teórica más, se refiere a la teoría de la interdependencia de las relaciones, la cual supone que: Como indicador de la salud de una relación, tiene sentido utilizar la decisión de quedarse-irse como criterio final. De acuerdo a los doctores Laura Machia de la Universidad de Syracuse y Brian Ogolsky de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, son dos los predictores para saber si una pareja se quedará o se irá: “Los sentimientos de amor y compromiso predijeron razones para quedarse, pero la disponibilidad de otra alternativa surgió como la razón más fuerte para irse”. (Machía & Ogolsky, 2021, citado en Krauss, 2021).
Se presenta aquí una unidualidad de los amantes: Unión y separación. Es necesario entender ambas, ya que ambos caminos llevan a destinos diferentes.
- La primera es el pegamento social e individual: el amor-compromiso.
- Puede ser considerada al mismo tiempo como una unidualidad: amor-compromiso. Si se desgasta un elemento, impactará negativamente en el otro. En la salud de la relación el aumento de uno aumentará el otro. De la misma manera, lo que podrá fortalecer esta diada, tiene como sustento las relaciones de amistad, previas o actuales.
- Sin embargo, existen excepciones a la regla, porque los amantes podrían estar unidos también hasta que la muerte los separe por relaciones tóxicas, desafortunadamente.
- Y, la segunda, es lo que desintegra en lo individual y lo social, representa la separación de los amantes: es la posibilidad percibida por uno de los miembros de la pareja para irse, por la presencia, real, virtual o potencial de un nuevo amante.
- Las relaciones de amor líquido, efímeras, superficiales, instantáneas, pero, sobre todo, sin amor o compromiso serían el caldo de cultivo perfecto para una separación.
- Otro elemento más, es faltar a las reglas o acuerdos iniciales que unieron a la pareja o el cambio de rumbo de expectativas de alguno de los miembros.
No obstante, las parejas al iniciar una relación, podrían establecer un compromiso: tácito, acordado o no, que les permita iniciar el viaje. Una experiencia: larga, placentera, sublime, tortuosa o efímera, con circunstancias únicas en cada caso.
El equipo de las parejas disparejas en radio, en la ciudad de México, que conducen los doctores Fidelia Martínez y Juan Antonio Barrera, analizaron el miedo al compromiso, mediante una investigación documental y cualitativa encontrando los siguientes resultados:
Se describe el significado del compromiso, sus diferentes tipos, su importancia, algunos datos curiosos de cómo se establece el compromiso en las relaciones de pareja en el mundo, sus causas, sus consecuencias, los factores que lo explican, sus mitos y realidades, algunas investigaciones relacionadas y algunas alternativas de solución.
¿Qué es el compromiso en la relación de pareja?
El compromiso en una relación de pareja es el acuerdo consciente y mutuo de asumir responsabilidades y dedicar esfuerzos hacia la construcción y el mantenimiento de una relación a largo plazo. Implica una inversión emocional, mental y, en muchos casos, física, en el bienestar y la estabilidad de la relación y del otro. Es un tipo de promesa de vida compartida, para construir juntos un futuro. Y, que debería de ofrecer la garantía de estabilidad y confianza mutuos. Este concepto es polisémico y abarca varios aspectos fundamentales:
1. Permanencia y lealtad
El compromiso conlleva la intención de permanecer con la pareja incluso cuando surgen dificultades o desafíos. Se basa en la lealtad y el deseo de superar juntos las adversidades, con una visión compartida del futuro. En las bodas se dice: “Lo que Dios acaba de unir, no lo separe el hombre”. La lealtad es, “un sentimiento de respeto hacia los principios propios o de amor y gratitud hacia otra persona. Fidelidad. (Punset, Bisquerra & Laymuns, 2018, p. 105).
2. Esfuerzo continuo
No se trata solo de emociones pasajeras o del enamoramiento inicial, sino de la decisión de trabajar constantemente en la relación. Esto incluye mejorar la comunicación, resolver conflictos, respetar las diferencias y atender las necesidades de ambos miembros de la pareja.
3. Confianza y seguridad
El compromiso también implica crear un entorno de confianza, donde ambas personas se sientan seguras emocionalmente, sabiendo que pueden depender el uno del otro. La fidelidad es un aspecto clave de esta confianza, aunque los términos de fidelidad pueden variar dependiendo de los acuerdos dentro de cada relación. “Confianza, esperanza firme que se tiene de alguien o algo. Seguridad que alguien tiene en sí mismo (Autoconfianza). (Punset, Bisquerra & Laymuns, 2018, p. 64).
4. Construcción de un proyecto en común
Las parejas comprometidas suelen tener objetivos y metas compartidas, ya sea formar una familia, comprar una casa, o simplemente apoyarse mutuamente en el crecimiento personal y profesional. El compromiso implica la disposición a compartir la vida y tomar decisiones en conjunto.
5. Reciprocidad y sacrificios
Un aspecto fundamental del compromiso es la reciprocidad. Ambos miembros están dispuestos a hacer sacrificios en función del bienestar del otro y de la relación. Esto puede implicar ceder en ciertos aspectos, encontrar puntos intermedios, o ajustar expectativas en beneficio de la pareja.
6. Estabilidad emocional
Comprometerse en una relación no significa que todo siempre será perfecto, pero sí implica que ambas personas están dispuestas a gestionar sus emociones, trabajar en los problemas y mantenerse emocionalmente presentes, incluso durante momentos difíciles.
7. Autenticidad y crecimiento
El compromiso también se refiere a la disposición de ser auténtico en la relación. Es una oportunidad para crecer, no solo como pareja, sino también como individuos. Esto incluye apoyarse mutuamente en el crecimiento personal y afrontar desafíos que fortalezcan el vínculo.
8. Aceptación de la vulnerabilidad
Para comprometerse verdaderamente, ambas personas deben estar dispuestas a ser vulnerables y abrirse emocionalmente. El compromiso permite que ambos se muestren tal como son, con sus fortalezas y debilidades, y se apoyen mutuamente en su desarrollo emocional.
Como puede observarse el compromiso, no es una tarea fácil, sobre todo, sí desde la casa no lo hemos aprendido. Significa crecer a pesar de las adversidades, reflexionar sobre las virtudes y defectos, enfrentar y resolver las diferencias, realizar un esfuerzo continuo, llegar a acuerdos, ser recíprocos, respetuosos, empáticos, dirigirse hacia el mismo destino, estar dispuesto a realizar sacrificios y abrirse emocionalmente.
Es muy realista entender que la vida en pareja, no es miel sobre hojuelas y vamos a encontrar algunas cosas placenteras y otras displacenteras, pero eso es normal. Lo insano sería quedarnos atorados solo en las cosas displacenteras y hacer de ello un estilo de vida cotidiano. Y, aunque llegar a acuerdos aligera las diferencias, no vamos a llegar a acuerdos en todo, y eso también está bien.
Existen diferentes tipos de compromiso
- Compromiso emocional: Es la disposición de invertir afecto, cuidado y amor en la pareja. Este compromiso se basa en la cercanía emocional y el apego.
- Compromiso social: Está relacionado con el entorno y la comunidad, como presentar a la pareja a amigos, familia, o involucrarse en eventos sociales juntos.
- Compromiso legal o formal: Se refiere a los contratos sociales y legales, como el matrimonio o una unión civil, donde la pareja formaliza su relación.
Importancia del compromiso
El compromiso es esencial porque proporciona un marco de estabilidad y seguridad en el que la pareja puede desarrollarse y enfrentarse a las incertidumbres de la vida. También contribuye a la creación de una relación equilibrada, donde ambas partes saben que pueden confiar el uno en el otro y construir un futuro en conjunto.
El compromiso en una relación de pareja es un acuerdo profundo que implica dedicación, esfuerzo mutuo y la disposición de ambos a crecer juntos mientras superan los desafíos propios de una relación a largo plazo.
Datos curiosos de ¿Cómo se pide la mano de una pareja o cómo se pide ser novio(a) de una pareja?
Pedir la mano de una pareja o proponer una relación de noviazgo ha sido un acto cargado de simbolismo y tradiciones a lo largo del tiempo y en diversas culturas. Aquí encontramos algunos datos curiosos sobre cómo se realizan estas peticiones en diferentes partes del mundo y la evolución de estas costumbres:
1. Pedir la mano de la pareja
- La tradición europea: En muchas culturas europeas, especialmente en el pasado, pedir la mano de una persona no solo implicaba un acto romántico, sino también un proceso formal. El pretendiente tenía que pedir la mano de su futura esposa a su familia, particularmente al padre. Esto simbolizaba respeto hacia la familia de la mujer y era visto como un acuerdo entre familias.
- El anillo de compromiso: La tradición de entregar un anillo de compromiso tiene raíces antiguas. En el Antiguo Egipto, los anillos circulares simbolizaban la eternidad, y los romanos creían que el cuarto dedo de la mano izquierda (el dedo anular) tenía una vena que iba directamente al corazón, lo que le otorgaba un significado especial para el amor.
- Propuestas elaboradas: En muchos lugares, la propuesta de matrimonio se ha convertido en un evento altamente planeado y creativo. Desde peticiones con bailes espontáneos o flashmobs, hasta escribir «¿Te casarías conmigo?» en el cielo o en lugares públicos, muchas personas buscan formas únicas de hacer el momento memorable.
2. Pedir ser novios en culturas alrededor del mundo
- En Japón: Tradicionalmente, el «kokuhaku» es el acto formal de confesar los sentimientos y pedirle a la persona si quiere ser su pareja. Es un momento muy importante en las relaciones japonesas, y generalmente, es el hombre quien confiesa primero. Se suele expresar diciendo “Suki desu. Tsukiatte kudasai” (Me gustas, ¿podemos salir?).
- En Corea del Sur: Pedir ser novios es un poco menos formal, pero sigue teniendo una gran importancia. El hombre o la mujer puede planear una cita especial, y una vez que están en un ambiente adecuado, proponen ser pareja con una expresión como «¿Quieres salir conmigo?» En Corea, también hay «aniversarios de 100 días», donde la pareja celebra este hito como un símbolo de estabilidad en su relación.
- En la India: Tradicionalmente, las familias eran muy influyentes en la formación de las relaciones, pero hoy en día, especialmente en las zonas urbanas, las parejas pueden tener más libertad para decidir. En muchos casos, el noviazgo implica una petición menos formal que se desarrolla a través de citas secretas o con el conocimiento gradual de las familias.
3. Rituales únicos alrededor del compromiso
- Las monedas nupciales en España y América Latina: En algunos países de habla hispana, como México y España, existe la tradición de las «arras» o monedas nupciales. El novio le entrega a la novia 13 monedas de oro o plata durante la ceremonia de compromiso o la boda. Estas monedas representan la promesa de compartir bienes materiales y son un símbolo de prosperidad y unión.
- La «boda a prueba» en China: En algunas zonas rurales de China, una tradición curiosa es la «boda a prueba», donde la pareja vive junta durante un tiempo para ver si realmente son compatibles antes de comprometerse formalmente. Si todo va bien, la familia del novio luego solicitará formalmente la mano de la novia.
- Las serenatas en América Latina: En países como México, es común que un hombre intente «pedir» ser novio de una mujer con una serenata. Esto ocurre durante la noche, con un grupo musical tocando fuera de la casa de la mujer, como un gesto romántico y público.
4. Formas modernas de pedir ser pareja
- Carteles y mensajes en redes sociales: Hoy en día, muchas propuestas de noviazgo se hacen de manera pública a través de las redes sociales o de formas creativas. Un ejemplo común son los carteles en eventos, como en conciertos o eventos deportivos, donde la persona sorprende a su pareja con la pregunta «¿Quieres ser mi novia/novio?» delante de una multitud.
- Peticiones temáticas: Muchos fanáticos de películas, series o videojuegos han hecho de sus propuestas de pareja un homenaje a su fandom o comunidad fan favorita. Proponer ser novios o casarse durante una convención de cómics o disfrazados de personajes, es un ejemplo de cómo las pasiones compartidas pueden integrarse en estas peticiones.
5. Propuestas que requieren aprobación comunitaria
- En algunos pueblos africanos: En tribus como los Masái de Kenia y Tanzania, los matrimonios y noviazgos se ven como un acuerdo comunitario. Es común que la familia o incluso el grupo comunitario deba estar de acuerdo con la elección de pareja, y en algunos casos, el pretendiente debe superar pruebas físicas o simbólicas para demostrar que es digno de la mano de su pareja.
6. Curiosidades en la cultura occidental
- El 29 de febrero y las mujeres que proponen matrimonio: Según una antigua tradición irlandesa, las mujeres pueden proponer matrimonio a los hombres el 29 de febrero, es decir, durante los años bisiestos. Esta tradición, conocida como «Leap Day o año bisiesto», ha sido tomada con humor y se practica en algunos lugares como una costumbre única.
- El ramo de flores para pedir ser novios: Aunque hoy en día no es tan común, en algunos lugares de Europa y América, entregar un ramo de flores como gesto para pedir ser novios era una costumbre. El tipo de flores y su color podían tener significados especiales para comunicar las intenciones románticas.
Estos datos curiosos reflejan cómo las tradiciones y costumbres alrededor del compromiso y el noviazgo han evolucionado, y cómo las diferentes culturas han dado su propio toque a este acto simbólico y significativo.
¿Qué es el miedo al compromiso en la relación de pareja?
Casi todas las personas experimentan emociones, excepto quienes padecen de alexitimia. Quienes la viven, tienen la incapacidad de identificar y expresar las emociones propias y ajenas. Esto es una prueba que podemos enfermar de las emociones. Es normal en algunas circunstancias sentir miedo, pero si el miedo domina nuestra vida, entonces es probable que tengamos algún tipo de trastorno.
El miedo es, “es una emoción que se experimenta ante un peligro real e inminente que se vive como arrollador y pone en riesgo la salud y la vida”. (Punset, Bisquerra & Laymuns, 2018, p. 108). Sin embargo, el miedo también puede ser imaginario o incluso desproporcionado y convertirse en fobia.
El miedo al compromiso es también un trastorno de ansiedad en su comorbilidad, y se produce cuando se piensa en vincularse de manera íntima y duradera con otra persona. Implica también, el temor de mantener una relación de pareja a largo plazo.
El miedo al compromiso en una relación de pareja es una sensación de temor o resistencia a asumir una relación a largo plazo o a establecer vínculos profundos y estables. Este miedo puede manifestarse de varias maneras y, en general, se refiere a la ansiedad o incomodidad que experimenta una persona ante la idea de formalizar o profundizar una relación amorosa. Algunas personas pueden temer comprometerse emocionalmente, socialmente o incluso legalmente, dependiendo del tipo de relación que tengan o de sus propias inseguridades y experiencias.
Causas comunes del miedo al compromiso
- Experiencias pasadas negativas: Quienes han tenido relaciones previas difíciles o dolorosas (rupturas traumáticas, divorcios, infidelidades) pueden desarrollar un miedo al compromiso por temor a repetir esas experiencias.
- Miedo a la pérdida de libertad o independencia: Muchas personas asocian el compromiso con la pérdida de su independencia o la necesidad de renunciar a ciertos aspectos de su vida, como hobbies, amistades, o tiempo para sí mismos.
- Temor al fracaso: El miedo al compromiso también puede estar relacionado con el miedo a fracasar en la relación. La persona puede dudar de su capacidad para mantener una relación a largo plazo y teme que la relación se deteriore o que termine mal.
- Perfeccionismo y expectativas poco realistas: Algunas personas tienen expectativas extremadamente altas sobre cómo debería ser una relación o cómo debería ser su pareja ideal. Este perfeccionismo puede llevar a evitar el compromiso, ya que temen que la realidad no cumpla con esas expectativas.
- Traumas emocionales o familiares: El miedo al compromiso también puede estar vinculado a traumas de la infancia o problemas familiares, como haber crecido en un hogar donde hubo conflictos, divorcios, o relaciones inestables. Estas experiencias pueden generar una visión negativa o insegura sobre las relaciones de pareja.
- Miedo a la vulnerabilidad: Comprometerse implica abrirse emocionalmente a otra persona y aceptar la posibilidad de ser vulnerable. Algunas personas temen mostrar su verdadera identidad o tener que lidiar con sus propias emociones profundas.
- Fobia al abandono o al rechazo: El miedo al compromiso puede surgir del temor a ser abandonado o rechazado en algún momento de la relación. Esta ansiedad puede llevar a la persona a evitar comprometerse por completo, creyendo que es una forma de protegerse de una posible herida emocional.
Como puede observarse en la etiología del miedo al compromiso se encuentra la emoción del miedo, en diferentes grados: temor, miedo y fobia. Esta emoción es una de las más intensas, porque se relaciona con la supervivencia. Como el pensamiento crea realidad, en la cabeza de quien lo sufre solo existen tres opciones para resolver este estado de tensión: quedarse detenido, enfrentar o huir. Además de eventos traumáticos: personales o familiares. Y, algunos trastornos de personalidad, como el trastorno de ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo con compulsión al orden y simetría.
Cómo se manifiesta el miedo al compromiso
- Evitar definir la relación: Las personas con miedo al compromiso a menudo evitan tener conversaciones sobre «qué somos» o «hacia dónde va la relación». Pueden preferir mantener la relación en un estado indefinido, sin etiquetas claras.
- Frenar el avance de la relación: Aunque pueden disfrutar de la relación, evitan dar pasos importantes como mudarse juntos, casarse, o planear un futuro en conjunto.
- Relaciones superficiales o cortas: El miedo al compromiso puede llevar a involucrarse en relaciones que son emocionales pero superficiales, o en relaciones que terminan rápidamente antes de que haya la posibilidad de un compromiso más serio.
- Excusas para no comprometerse: Las personas con este miedo pueden encontrar numerosas razones por las que «no es el momento adecuado»para comprometerse: la carrera profesional, problemas financieros, dudas personales, entre otras.
- Ansiedad o sabotaje emocional: A veces, el miedo al compromiso se manifiesta en ansiedad cuando la relación comienza a avanzar hacia algo más formal. Incluso pueden sabotear inconscientemente la relación con comportamientos evasivos, falta de comunicación o creando conflictos innecesarios.
Consecuencias del miedo al compromiso
- Dificultad para construir relaciones profundas: Este miedo puede impedir que una persona forme relaciones cercanas y significativas, lo que genera una sensación de soledad o insatisfacción emocional.
- Ciclos de relaciones fallidas: Al no poder comprometerse, la persona puede verse atrapada en un ciclo de relaciones que comienzan con mucha intensidad, pero terminan rápidamente o se mantienen en la superficie.
- Afectación en la pareja: Si solo uno de los miembros de la pareja tiene miedo al compromiso, puede generar frustración, inseguridad o desilusión en el otro, lo que podría llevar a la ruptura.
Factores biológicos, psicológicos, sociales y socioculturales del miedo al compromiso
El miedo al compromiso en una relación de pareja puede estar influido por una serie de factores interrelacionados que abarcan desde lo biológico hasta lo sociocultural. Aquí se detallan los factores biológicos, psicológicos, sociales y socioculturales que contribuyen al miedo al compromiso:
1. Factores biológicos
- Genética y predisposición: Algunas investigaciones sugieren que ciertos rasgos de personalidad, como la evitación del apego, podrían tener un componente genético. Las personas con una predisposición biológica a ser más ansiosas o evitativas en sus relaciones interpersonales podrían ser más propensas a experimentar miedo al compromiso. “La ansiedad es un estado de inquietud o zozobra del ánimo, que se experimenta ante un riesgo imaginario, posible pero poco probable. Es un miedo no resuelto, un estado de activación sin dirección específica”. (Punset, Bisquerra & Laymuns, 2018, p. 49). Es una condición natural, biológica, puede convertirse en un estado de super alerta, pues es clave para la supervivencia. “En la vida cotidiana puede ser un factor importante en el éxito o fracaso, en la felicidad o infelicidad de los individuos … La ansiedad también puede llegar a ser una respuesta patológica. A este nivel puede definirse como una actitud de preocupación exagerada o sin fundamento ante circunstancias que podrían clasificarse como normales”. (Pasantes, 2005, pp. 38-40).
- Neuroquímica: La neurociencia ha demostrado que los niveles de ciertas hormonas y neurotransmisores, como la oxitocina, dopamina y serotonina, influyen en el apego y las relaciones románticas. Un desequilibrio en estos sistemas puede afectar la forma en que las personas se conectan emocionalmente y su disposición para comprometerse.
- Respuestas de estrés: La respuesta al estrés influye en cómo las personas manejan la intimidad emocional. Aquellas personas con un sistema de respuesta al estrés hiperactivo (activación excesiva del sistema de lucha o huida) pueden sentir que el compromiso es una fuente de ansiedad, desencadenando un deseo de evitarlo.
2. Factores psicológicos
- Apego emocional y teoría del apego: Los estilos de apego formados durante la infancia pueden influir en cómo las personas manejan sus relaciones adultas. Aquellos con un estilo de apego evitativo tienden a evitar la intimidad y el compromiso por miedo a perder su autonomía o a ser heridos. Por otro lado, quienes tienen un apego ansioso pueden sentir que el compromiso les hace vulnerables al rechazo o abandono.
- Experiencias pasadas traumáticas: Las experiencias negativas en relaciones anteriores, como traiciones, infidelidades o rupturas dolorosas, pueden generar un miedo arraigado a repetir esos patrones en futuras relaciones, creando una aversión al compromiso.
- Baja autoestima o inseguridad: Las personas que tienen una autoimagen negativa o que dudan de su capacidad para mantener una relación saludable pueden desarrollar miedo al compromiso. Pueden sentir que no son «suficientemente buenos» para una relación a largo plazo o que no merecen ser amados de forma plena. “Las personas con autoestima baja son afectadas de manera más adversa por las vicisitudes y reveses personales en su vida diaria que las personas con autoestima alta (Brown & Dutton, 1995, citado en Franzoi, 2007).
- Miedo a la vulnerabilidad: El compromiso en una relación implica abrirse emocionalmente a otra persona. Algunas personas temen mostrarse vulnerables, creyendo que esto las expone al dolor emocional si la relación no funciona, lo que genera una evitación del compromiso.
- Perfeccionismo: Las personas que tienen expectativas irrealistas o perfeccionistas sobre cómo debería ser una relación pueden tener miedo de comprometerse, temiendo que la relación nunca cumpla con sus ideales o que el compromiso traiga imperfecciones inevitables.
3. Factores sociales
- Modelos familiares: Las relaciones familiares y el ejemplo que los padres u otros miembros de la familia ofrecen son influencias significativas en cómo las personas perciben el compromiso. Por ejemplo, alguien que creció en un hogar donde hubo divorcios, infidelidades o conflictos constantes puede asociar el compromiso con algo negativo o inestable.
- Presión social: A menudo, la presión de amigos o la sociedad en general puede generar un rechazo al compromiso. Algunas personas pueden sentir que se espera que entren en una relación o que den pasos importantes (como casarse) por cumplir con normas sociales, lo que puede generar una resistencia ante la idea de comprometerse.
- Dinámicas de pareja: La relación en sí misma también puede influir en el miedo al compromiso. Por ejemplo, si la pareja es demasiado demandante o presenta altos niveles de conflicto, una de las partes puede sentir que comprometerse más profundamente solo intensificará los problemas en lugar de resolverlos.
- Amistades: El entorno social también puede tener un impacto. Si la persona está rodeada de amigos que prefieren relaciones menos comprometidas o que valoran más la libertad personal, es posible que adopte una postura similar hacia el compromiso.
4. Factores socioculturales
- Cultura de la individualidad: En muchas sociedades occidentales, la cultura de la individualidad y la autosuficiencia es altamente valorada. En este contexto, el compromiso puede percibirse como una amenaza para la autonomía personal y la libertad, lo que lleva a un rechazo del compromiso a largo plazo.
- Modelos de relaciones modernas: La creciente popularidad de los encuentros casuales, relaciones abiertas o la falta de etiquetas en las relaciones ha cambiado la percepción del compromiso en muchas sociedades. Las relaciones informales pueden resultar más atractivas para aquellos que temen que el compromiso implique pérdida de libertad o estabilidad personal.
- Normas de género: Las normas de género tradicionales también influyen en el miedo al compromiso. Históricamente, los hombres han sido socializados para evitar la vulnerabilidad emocional, lo que puede contribuir a una mayor resistencia al compromiso en comparación con las mujeres. Sin embargo, hoy en día, tanto hombres como mujeres pueden experimentar este miedo por la presión de encajar en roles sociales rígidos.
- Expectativas sobre el éxito en la vida: En algunas culturas, el éxito profesional y la búsqueda de logros personales son más valorados que el compromiso en una relación. Esto puede llevar a que las personas prioricen su carrera, metas personales o estilo de vida sobre una relación comprometida, lo que contribuye a postergar o evitar compromisos serios.
- Estigma del matrimonio o relaciones tradicionales: En algunas culturas, el matrimonio o las relaciones a largo plazo pueden verse como instituciones limitantes o anticuadas. Esto puede generar una aversión al compromiso, especialmente entre generaciones más jóvenes que valoran más la flexibilidad y la autodeterminación en sus relaciones.
El miedo al compromiso es un fenómeno complejo que no puede explicarse desde una sola perspectiva, ya que combina factores biológicos, psicológicos, sociales y socioculturales. Estos factores interactúan y moldean la forma en que las personas se enfrentan al compromiso, y la superación de este miedo requiere un enfoque que considere todas estas dimensiones imbricadas.